lunes, 26 de septiembre de 2011

Cuando los pájaros vuelan...

Aquel chico de 14 años quería ser como los pájaros, quería ser capaz de volar. Cuando los miraba sentía una envidia que le recorría todo el cuerpo. Ojalá el pudiera ser como ellos, tan rapidos, valientes, decididos, que recorren el cielo sin cansarse...

Cada noche soñaba en que a la mañana siguiente sabría enfrentarse al mundo que le rodeaba. Que se convertiría en pájaro y no tendría miedo de luchar.

El sabía que si pudiera volar no tendría miedo de enfrentarse a sus miedos. De pelearse aunque fueran dos minutos con alguien a quien temía. Que en vez de pedir perdon al minuto, de arrepentirse para que no fuera a mas, aquel chico tuviera la valentía de un pájaro para enfadarse, gritar, gritar y llevar la razón.

Pero por desgracia aquel niño no era un pájaro. Y no sabía volar. Y tenía que aprender él solo a vivir. Sin alas a sus lados que le ayuden a volar.

Más que nunca, aquel chico lo sabía, estaría solo el resto de su vida... por muy rodeado de gente que estuviera.

Y es que si quieres ser un pájaro por mucho que sueñes no lo serás..

Aunque siempre quedará ser parecido a un pájaro. Y luchar por cosas que merezcan la pena. Ahora al chico le toca luchar pero ya sabe lo primero e importante: "No va a ser fácil"

1 comentario:

  1. Yo hace unas semanas, en el recreo, vi a un pájaro buscando comida y le envidié también por la sencillez de su vida.

    Sin embargo, ya sé que cuando pienso así es porque estoy triste. Fuera de ese estado, ya he aprendido que el pájaro es pájaro y el humano es humano porque es lo que toca ahora, y está bien que así sea. Comprenderlo puede ser un tema... pero sé que es así, y me siento bien aceptándolo, aunque a veces sea duro. Me costó mucho tiempo llegar a esto.

    Un beso :)

    ResponderEliminar