Siento haber desaparecido tantos días, no tenía inspiración, no sabía que contar... Estoy empezando una nueva temporada con este segundo año y no sabía si cambiar de estilo o seguir igual, no he decidido nada, así que poco a poco seguiré actualizando. Por ahora aquí tenéis una nueva entrada:
El primer partido!
Hoy los pequeños volvían a jugar, era el primer partido de la nueva temporada, ya son benjamines de segundo año y todos están más ilusionados. Hemos tenido bajas importantes en el equipo pero altas igual de buenas que ilusionan...
Hoy convocatoria de 12 jugadores. Tres niños que se quedaban sin jugar, que debían esperar. Será un año complicado porque son muchos pero irán teniendo sus minutos y evolucionarán individualmente y como equipo.
Era la hora de que llegaran. Fueron llegando, eligiendo número y poniéndose la nueva equipación. Este año, de color rojo. Estaban nerviosos, se movían, les explicaba cosas, les corregía posiciones, todo estaba listo para empezar. Se pusieron a tocar balón, y ya estaban concentrados.
El partido comenzó bien. Dominábamos el encuentro, se sentían a gusto, ellos casi no presionaban, y nosotros teníamos el balón. Iba bien, marcamos un gol, un gol fantasma del que nadie sabe que pasó de verdad. Pero cuando nadie lo esperaba un saque de esquina mal defendido entró en la portería y nos empataron el partido.
El sentido del partido cambió, todos querían jugar, pero no se podía, eran muchos, tiraban a puerta, atacaban pero no conseguían nada. Solo contraataques que tuvo que salvar nuestro portero en tres ocasiones. Cuando ya queríamos defender el empate, que no quedaban ni tres minutos ya no hice más cambios. Pero de repente, pregunté al árbitro, quedaban 15 segundos, el balón lo tenía un jugador de los míos, iba en dirección a la portería contraria, el era defensa, yo tenía las manos en la cabeza y el árbitro miraba el reloj...
Cuando de repente.... GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOLLLLL!!!!!
Todo el banquillo saltó de golpe, todos los jugadores se abrazaron. Yo salté y grité, primera victoria y bien luchada. Hay cosas que mejorar pero merecíamos esa victoria.
Mi peque tenía lágrimas en los ojos, toda la familia estaba viéndole... Le abracé al acabar, casi se me echa a llorar, se fue contento. Todos se fueron contentos.
Hasta el siguiente! Arriba Miguel de Cervantes!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario